¿Por qué el bien y el mal en la sociedad están completamente relacionados con el sistema? En la naturaleza humana debe haber alguna cosa buena, algo hermoso. Pero en las profundidades de la naturaleza humana también puede haber algunas cosas oscuras. Una sociedad normal debe reprimir estas cosas malas y oscuras, y permitir que las personas expresen su bondad. Si no necesito rendir cuentas a otras personas, y solo tengo que resolver los problemas de mi jefe, entonces en la burocracia puedo ir avanzando paso a paso hacia posiciones cada vez más altas, y así tener cada vez más poder. Si esa es la situación, el resultado inevitable sería que haría lo que a mi jefe le gusta. Si es así, se puede imaginar que las cosas más oscuras de la naturaleza humana aparecerán bajo nombres especialmente grandiosos. Y aquellos que pueden resistir tales tentaciones, lo repito, esas tentaciones no provienen de un ámbito más amplio, no provienen del autocultivo y la autocensura de las personas. Deben provenir de alguna ley, de alguna supervisión externa fuerte y de restricciones, solo así es posible que las personas no se atrevan a extender sus manos de manera descontrolada. En la historia de China, esta situación se ha repetido una y otra vez, casi se podría decir que es incesante. Desde la dinastía Qin y Han, había un sistema de supervisión para restringir y equilibrar, para que los funcionarios no actúen a su antojo, este sistema es lo que conocemos como el Tribunal de los Censores, un grupo de personas encargadas de la vigilancia y supervisión del aparato burocrático imperial. El problema es que este grupo también está en el mismo emperador, en el mismo primer ministro, en el mismo entorno burocrático, y ellos también pueden ser manejados de la misma manera. Y si el que quiere hacer esto es el primer ministro, que busca la confianza del emperador, ¿hay alguna manera de restringirlo? Si este primer ministro ya ha controlado a todos estos censores, les dice que cierren la boca, de lo contrario tendrán que enfrentarse a las consecuencias. Al mirar la historia, todo esto es inmutable.
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¿Por qué el bien y el mal en la sociedad están completamente relacionados con el sistema? En la naturaleza humana debe haber alguna cosa buena, algo hermoso. Pero en las profundidades de la naturaleza humana también puede haber algunas cosas oscuras. Una sociedad normal debe reprimir estas cosas malas y oscuras, y permitir que las personas expresen su bondad. Si no necesito rendir cuentas a otras personas, y solo tengo que resolver los problemas de mi jefe, entonces en la burocracia puedo ir avanzando paso a paso hacia posiciones cada vez más altas, y así tener cada vez más poder. Si esa es la situación, el resultado inevitable sería que haría lo que a mi jefe le gusta. Si es así, se puede imaginar que las cosas más oscuras de la naturaleza humana aparecerán bajo nombres especialmente grandiosos. Y aquellos que pueden resistir tales tentaciones, lo repito, esas tentaciones no provienen de un ámbito más amplio, no provienen del autocultivo y la autocensura de las personas. Deben provenir de alguna ley, de alguna supervisión externa fuerte y de restricciones, solo así es posible que las personas no se atrevan a extender sus manos de manera descontrolada. En la historia de China, esta situación se ha repetido una y otra vez, casi se podría decir que es incesante. Desde la dinastía Qin y Han, había un sistema de supervisión para restringir y equilibrar, para que los funcionarios no actúen a su antojo, este sistema es lo que conocemos como el Tribunal de los Censores, un grupo de personas encargadas de la vigilancia y supervisión del aparato burocrático imperial. El problema es que este grupo también está en el mismo emperador, en el mismo primer ministro, en el mismo entorno burocrático, y ellos también pueden ser manejados de la misma manera. Y si el que quiere hacer esto es el primer ministro, que busca la confianza del emperador, ¿hay alguna manera de restringirlo? Si este primer ministro ya ha controlado a todos estos censores, les dice que cierren la boca, de lo contrario tendrán que enfrentarse a las consecuencias. Al mirar la historia, todo esto es inmutable.