Recientemente, la situación económica de Estados Unidos ha experimentado nuevos cambios, lo que ha generado un amplio interés en el rumbo de la política de La Reserva Federal (FED). La sutil variación en la redacción de los últimos comentarios del presidente de la FED, Jerome Powell, sugiere que la política monetaria podría estar a punto de cambiar.
Durante más de dos años, La Reserva Federal (FED) ha tenido como prioridad controlar la inflación. Sin embargo, los últimos indicios sugieren que los responsables de la toma de decisiones están reevaluando el equilibrio de riesgos económicos. A pesar de que el índice de precios al productor (PPI) ha alcanzado su mayor crecimiento en tres años y el índice de precios al consumidor (CPI) ha estado por encima del objetivo del 2% durante 53 meses consecutivos, las declaraciones recientes de Powell indican preocupaciones sobre el mercado laboral.
Powell señaló en su último discurso: "El cambio en el equilibrio de riesgos podría requerir que ajustemos nuestra postura de política." Esta declaración se interpreta ampliamente como que la La Reserva Federal (FED) podría comenzar a reducir las tasas de interés en el próximo mes, y podría atribuirse a la debilidad del mercado laboral.
Es importante señalar que La Reserva Federal (FED) tiene una doble misión: mantener el pleno empleo y la estabilidad de precios. Actualmente, los responsables de la toma de decisiones parecen considerar que el riesgo de desempleo ha superado la presión inflacionaria, y este juicio probablemente se convertirá en la base para futuros ajustes en la política monetaria.
Si esta nueva dirección de políticas se lleva a cabo, marcará el fin del ciclo de aumentos de tasas de interés de La Reserva Federal (FED) que ha durado dos años, y se pasará a una política monetaria más laxa. Este cambio no solo afectará la economía interna de Estados Unidos, sino que también podría tener un impacto profundo en los mercados financieros globales.
A medida que la situación económica sigue evolucionando, los participantes del mercado seguirán de cerca las señales de política futura de La Reserva Federal (FED) y los datos económicos para evaluar el momento y la magnitud del cambio de política. En este período lleno de incertidumbre, será especialmente importante ajustar flexiblemente las estrategias de inversión y la gestión de riesgos.
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Recientemente, la situación económica de Estados Unidos ha experimentado nuevos cambios, lo que ha generado un amplio interés en el rumbo de la política de La Reserva Federal (FED). La sutil variación en la redacción de los últimos comentarios del presidente de la FED, Jerome Powell, sugiere que la política monetaria podría estar a punto de cambiar.
Durante más de dos años, La Reserva Federal (FED) ha tenido como prioridad controlar la inflación. Sin embargo, los últimos indicios sugieren que los responsables de la toma de decisiones están reevaluando el equilibrio de riesgos económicos. A pesar de que el índice de precios al productor (PPI) ha alcanzado su mayor crecimiento en tres años y el índice de precios al consumidor (CPI) ha estado por encima del objetivo del 2% durante 53 meses consecutivos, las declaraciones recientes de Powell indican preocupaciones sobre el mercado laboral.
Powell señaló en su último discurso: "El cambio en el equilibrio de riesgos podría requerir que ajustemos nuestra postura de política." Esta declaración se interpreta ampliamente como que la La Reserva Federal (FED) podría comenzar a reducir las tasas de interés en el próximo mes, y podría atribuirse a la debilidad del mercado laboral.
Es importante señalar que La Reserva Federal (FED) tiene una doble misión: mantener el pleno empleo y la estabilidad de precios. Actualmente, los responsables de la toma de decisiones parecen considerar que el riesgo de desempleo ha superado la presión inflacionaria, y este juicio probablemente se convertirá en la base para futuros ajustes en la política monetaria.
Si esta nueva dirección de políticas se lleva a cabo, marcará el fin del ciclo de aumentos de tasas de interés de La Reserva Federal (FED) que ha durado dos años, y se pasará a una política monetaria más laxa. Este cambio no solo afectará la economía interna de Estados Unidos, sino que también podría tener un impacto profundo en los mercados financieros globales.
A medida que la situación económica sigue evolucionando, los participantes del mercado seguirán de cerca las señales de política futura de La Reserva Federal (FED) y los datos económicos para evaluar el momento y la magnitud del cambio de política. En este período lleno de incertidumbre, será especialmente importante ajustar flexiblemente las estrategias de inversión y la gestión de riesgos.